Cuando a uno le aplican un correctivo, normalmente se vuelve más manso, al menos durante un tiempo. Es lo que me pasó la mañana del jueves. No me dejé embaucar por los cantos de sirena al ralentí, y decidí no ir al Mountain Course. La resaca por la receta de la magnum hizo que ese día decidiese hacer turismo por la zona sur de la isla, como un niño bueno. Una vez en marcha estuve un rato detrás de dos compañeros motards a lomos de unas preciosas clásicas de las que no pude ver la marca. Durante el Tourist Trophy, en Isla de Man se ven motocicletas de todas las fábricas, países y épocas, todas cuidadísimas. Es un auténtico deleite para tus ojos. Y es que llegar a una gasolinera, ver una Kawasaki ZXR 750 ’91 impoluta, con un arrugado sexagenario medio calvo pero con una enorme melena canosa y un mono roído, llenándole el tanque, eso amigos… no tiene precio.
Dicen que trae mala suerte no saludar a las hadas así que, como uno
es educado y no estaba para más bromas, paré con mucho gusto en Fairy Bridge.
Es un pequeño y mágico puente de
piedras bajo el que pasa un arroyo. De los árboles penden multitud de objetos
que imagino la gente habrá colgado a modo de ofrendas o gratitud por deseos
concedidos. Peluches, flores, tazas, muñecos, camisetas, papeles escritos, lazos,…
y también algunas fotos de fallecidos con mensajes de despedida. En este caso
supongo que implorando a las hadas que les ayuden en ese otro viaje. Es un lugar muy peculiar, no especialmente
atractivo pero de esos que, ya sea por la sugestión o porque de verdad te estén
haciendo cosquillas las hadas, se
sienten cargados de energía.
Continué mi ruta hacia Castletown. Situado al
noroeste de una gran bahía, me pareció un lugar precioso. Un espigón de piedra,
que alberga un hermoso faro, protege una dársena con la rampa del varadero y el
estrecho hueco en las murallas que da acceso a un pintoresco puerto interior,
frente al cual se encuentra el castillo. La marea baja potencia un concentrado
olor a algas… Si la mar también te apasiona este muelle y el ambiente
que destila el pueblo te evocará las novelas de Conrad. En las
carreteras de acceso a Castletown te encuentras protecciones en algunos muros y
postes, carteles publicitarios e indicando el nombre de los distintos puntos… te
das cuenta de que estás en otro circuito, concretamente en el de Billown,
sede del Pre-TT Classic, Post-TT y Southern 100. Me encanta esta isla.
Al poco de dejar atrás esa bonita bahía y su faro, me
tocó parar en un paso a nivel para que pasara un viejo tren a vapor. Mientras
esperaba a que subiese la barrera pensé en lo mucho que me estaba gustando esa
parte de la isla. Llegado a un punto la carretera se tornó estrecha y retorcida,
con menos tráfico y más divertida. Y llegué a Cregneash, una diminuta aldea
en la que viajas en el tiempo. Algunas casas tienen el techo de paja, las ovejas
y las vacas pastan felices por los prados delimitados por muros de piedra. La
tranquilidad es absoluta, sólo interrumpida por las conversaciones que mantienen los animales. Disimulada en una casa vi
una acogedora cafetería y decidí desayunar en uno de sus bancos de madera. Viendo
a los cerdos corretear por los prados, no pude evitar pedirme un bocadillo de pan
casero con un riquísimo bacon. Antes
de seguir la ruta me fijé que en uno de los establos había un carnero con
cuatro cuernos. Curioso lugar.
Apenas a dos kilómetros de allí se encuentra Calf
of Man, una isla al suroeste de La
Isla. Según te acercas no podrás evitar reducir la velocidad, ya que
tus ojos prestarán toda su atención a la belleza del paisaje en vez de al
asfalto. En el aparcamiento al final de la carretera uno se encuentra con
muchos compañeros motards que también
se muestran fascinados por el evocador panorama. Las olas rompen salvajemente
en las rocas. Las gaviotas planean y te observan con indiferencia mientras tus
fosas nasales dejan pasar el aroma del salitre. Allí se respira vida. Notas
como se te hincha el alma de felicidad mientras piensas que ese es tu sitio. Mientras sueñas con un
hogar allí.
Al volver a subirme a la Mille tomé la A3 con intención de ir a Peel, pero
con tanto soñar despierto se me había hecho tarde y debía ir a los juzgados. Lo
visitaría otro día. Una vez en los tribunales, observo con cierta guasa como
comienzan a llegar motards ingleses,
holandeses y franceses hasta que llenamos los pasillos. No podemos evitar
mirarnos entre nosotros con una pícara sonrisa. La situación era realmente
divertida, conformábamos un grupo bastante pintoresco. Incluso los empleados se
las veían para contener las risas contemplando a semejante panda de proscritos.
Cuando me llegó el turno, el simpático policía judicial me despachó rápido.
Entre no entender bien algunos conceptos y hacerme
el tonto en exceso, decidió que volviese al día siguiente cuando hubiese
una intérprete. Bueno, al menos había fichado
y no me detendrían ese día.
Salí algo aliviado y me dirigí a Grandstand.
Al aparcar oigo un acento familiar y me uno a un grupo de gaditanos muy majetes. Habían
llegado ese día. Lo primero que hicieron fue preguntar por Antonio Maeso.
Les guié por ese paddock que ya me
conocía mejor que mi casa hasta la carpa del Oh Carallo Racing Team. Estaban todos. Coincidió que en esos
momentos una televisión le estaba haciendo una entrevista al Jefe. Cuando terminaron pude charlar
un rato con ellos. Paco me dijo que también le habían cazado, así que nos veríamos en los
juzgados al día siguiente. Tropi me contó que uno de los motores de la Hayabusa eléctrica se había fundido,
literal. Y Antonio, al preguntarle por un buen sitio para ver los entrenamientos de esa
tarde, me recomendó Hillberry. Así que, tras despedirme de los caítas me dirigí hacia allí, pero no en el sentido opuesto al
circuito, más corto. Haría el camino largo, por La Montaña…
Creo que cerraron la carretera y empezaron a quitar los conos pocos minutos después de pasar yo. Una vez más, apurando. En Hillberry me puse a buscar un buen sitio, pero no había ni un hueco, así que pagué las cuatro libras que pedían por entrar a la grada, cojín incluido. Ya me había fijado en esa costumbre manense de adornar la parte superior de los muros con piedras planas colocadas en vertical, pero acojonaba, y mucho, verlas de cerca mientras los TT riders pasaban a velocidades de videojuego. Muy buen sitio la verdad. Les ves llegar por la larga recta gas a fondo, cortar un poco, abrirse a la izquierda y trazar la curva como alma que lleva el diablo. Steel balls!
Los newcomers,
los pilotos que participan por primera vez en el Tourist Trophy, deben llevar
un chaleco naranja que los identifique. Al verlos pasar se nota que no
van tan a fondo como los más experimentados, pero en esta edición había uno al
que le sobraba el chaleco. Era el australiano Josh Brookes, uno de los
pilotos punteros del British SBK. Las
maneras que apuntaba en los entrenamientos se ratificaron días más tarde con la décima
posición en la carrera de Superbike y el record como el novato más
rápido de la historia con una vuelta a 127.726mph.
Tras deleitarme con la estampa que ofrecían los sidecares con el sol ya bajo la línea de horizonte, me dirigí a Douglas en busca de algo que cenar. Al más que respetable estilo motoflauta paré en un supermercado y compré los ingredientes necesarios para prepararme un par de bocatas, y como no, un pack de Carling. Yo también era un newcomer y al igual que Joshua, aprendía rápido. No cabe duda, uno se siente cómodo cumpliendo sus sueños.
Tras deleitarme con la estampa que ofrecían los sidecares con el sol ya bajo la línea de horizonte, me dirigí a Douglas en busca de algo que cenar. Al más que respetable estilo motoflauta paré en un supermercado y compré los ingredientes necesarios para prepararme un par de bocatas, y como no, un pack de Carling. Yo también era un newcomer y al igual que Joshua, aprendía rápido. No cabe duda, uno se siente cómodo cumpliendo sus sueños.
El TTour en Nostromoción:
· I) Comenzando a soñar.
· II) Inglaterra & Escocia.
· III) Escocia.
· IV) Escocia & Inglaterra.
· V) Tourist Trophy. Isla de Man (I).
· VI) Tourist Trophy. Isla de Man (II).
· VII) Tourist Trophy. Isla de Man (III).
···
· IX) Tourist Trophy. Isla de Man (V).
· X) Tourist Trophy. Isla de Man (VI).
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