Una vez más tengo las neuronas exhaustas tras el arduo trabajo de inventar un nuevo palabro. Por la edad y el maltrato al que se han visto sometidas, cada vez cuento con menos, pero las pocas que quedan son unas cachondas. Ya en serio, esta tontá de millear viene del apellido de mi querida compañera de viajes, Mille, y de que una milla es una medida de longitud (no os engaño, las hay náuticas y terrestres). Así que me ha parecido apropiado utilizar este nuevo verbo para definir la acción de viajar con mi moto… Supongo que muchos estaréis deseando leer a continuación que tipo de hierba me he fumado, pero no amiguitos, vamos a millear.