El pasado 15 de septiembre, en la localidad madrileña de Tres Cantos, se produjo un acontecimiento bastante insólito. Centenares de personas, pata negra todas, se reunieron para dar la bienvenida y conocer a un curioso personaje. Curioso, entrañable, auténtico, culto, sensible, valiente… y creo que ante todo, buena gente. No era otro que Miquel Silvestre. Escritor, motard y aventurero que recién terminada su Ruta de los Exploradores Olvidados (REO), quiso saludar y abrazar a todos los amigos que de una forma u otra hemos seguido y apoyado sus andanzas por todo el globo.